Del blog de Mariana H.
El rey.
En un parque de Gijón, desde las copas de los árboles, alguien grita. Cuando ya no se escucha nada más que los susurros de la brisa en el follaje, rompe el silencio ese grito que suena como un alarido humano.
Es el grito de la noche del pavo real.
Durante el día, él pasea sus resplandores. Arrastrando su larga cola de plumas, siempre vestido de fiesta, se pavonea el pavo. Cuando gira sobre sí mismo y despliega la cola, frondosa corona verdiazul, la luz de su belleza encanta a los caminantes y humilla a las otras aves del parque. Los patos, ánades, cisnes, gansos, palomas y gorriones vuelan juntos o juntos caminan o navegan por el lago; juntos charlan, comen, duermen. Pero el pavo real vive sin nadie, lejos de los demás pavo reales, y con nadie se junta. A nadie mira el que nació para ser mirado.
Cuando llega la noche, y ya la gente se ha ido, él vuela hacia la alta rama de algún árbol vacío, y se echa a dormir.
Solo.
Entonces, grita.
Esto describe perfectamente como me siento algunas veces en la oficina y en mi casa, o como me sentí varias veces en la escuela, como pavoreal.
Hermoso, pero solo, parece que algunas personas no aceptan la mamonería que suelo tener cuando no me parecen las cosas o cuando les digo como hacerlo mejor, o los corrijo, por eso aqui ya pocos me hablan para ir a comer o para ir por cafe o para preguntarme cualquier cosa lo piensan dos o tres veces. No es del todo molesto y bueno es dificil no ser un pavoreal cuando en la escuela el profesor dice que no va a repetir un exámen porque hay una persona que lo paso o saco una calificación decorosa y esa persona eres tú, tratas de esquivar las mentadas y luego te quedas... solo, o cuando en la casa eres la consentida de la abuela por el único motivo de tener un novio güerito, que carambas tengo yo la culpa de que mi abuela sea racista, pero otra vez mis primos me dejan... sola.
Te acostumbras pero algunas veces gritas, sobre todo cuando hay simulacro y todo mundo sale en parejas y tu ... sola y piensas si en verdad hay un temblor mis compañeros no se darían cuenta si me quedo dentro, o cuando los primos hacen reuniones divertidas y no te invitan. Nimodo son los problemas de ser pavoreal algunas veces.
Lo mejor es lo que mi amigo Lalo dijo cuando filosofaba sobre esto: "¡¡¡Grita porque le duele la panza!!!" defintivamente es lo mejor de la frase.
