
Pero me empiezo a sentir entre sus brazos y en vuelo interminable.
Y luego empiezan los tropezones, las vueltas a toda velocidad que al parecer me quieren sacar de ese estado profundo de meditación, pero no lo logran.
Empiezo a sentir que a pasado mucho tiempo abro los ojos y veo un bosque de cedros hermoso así que decido seguir en este profundo trance.
En un momento siento el sol sobre mis ojos cerrados y es cuando despierto y digo….
Demonios me quede dormida profundamente otra vez en el camión y ya me tengo que bajar. Trato de despertar tres veces hasta que por fin estando a la puerta de la empresa abro completamente los ojos y me preparo para bajar.
Así es la vida, a trabajar que para eso me pagan.
Nota. Son los brazos de morfeo, jajaja
2 comentarios:
Que suerte poder dormir asi, a mi me cuesta mucho dormir en un transporte de cualquier tipo, no sé como que voy tenso ante cualquier eventualidad. Un saludo.
Ese Morfeo! Por su culpa, vas a perder la chamba por llegar tarde...
Yo tampoco puedo dormir en el transporte publico, será por que tengo miedo a que me agarren modorra y me asalten?
Pero que rico soñaste, quisiera soñar como tú un bosque de cedros!! No que últimamente solo sueño con hospitales...
Publicar un comentario