La boticaria

Es una gatita que recogio mi mama en los Viveros de Coyoacan (un parque público pero que tiene barda). Es muy peluda tanto que cuando se echa en el piso parece un tapete.
Parece que no toda su vida fue un gato callejero, porque le gusta estar con la gente, y tiene "conocimientos" que un cachorro doméstico adquiere, porque un gato adulto ya no, aparte en cuanto llego a la casa llego con esas costumbres, asi que en algún momento fué un gato doméstico.
Uno de esos valiosos conocimientos es ¡Abrir puertas!.
Este gato tiene la costumbre de tratar de abrir cuanta puerta se encuentra, de hecho si no esta cerrada, abre cualquier puerta, incluso identifica si ella esta adentro o afuera y empuja la puerta o mete una pata por el huequito y la jala para pasar.
Pero las puertas más divertidas de la casa son las de una pequeña vitrina en donde se guardan las medicinas. Esta casi a nivel del suelo y originalmente era parte de una pequeña barra de bar que tenian los dueños anteriores de la casa, ese lugar fue ideado específicamente para guardar botellas.
Como la chapa tiene décadas que no funciona, la puerta la atoramos con un pedazo de periódico doblado muchas veces que hace las veces de cuña. La puerta esta bastante resbaladiza, la cuña no ejerce mucha presión y con relativamente poca fuerza se puede abrir, pero esas puertitas no tienen agarraderas por fuera y quedan muy al raz.
El chiste es que el gato se las ingenia para abrir la puerta con sus patas peludas y una vez que ya abrio las puertas, empieza a sacar las cajitas de las medicinas que estan enfrente con las patas y tambien con el hocico. Nosotros solo empezamos a oir que empiezan a caer pequeñas cajas de cartón y botecitos y ya sabemos que el gato ya esta sacando las medicinas.
Algunas veces se lleva la caja de alguna medicina por toda la sala como si estuviera jugando futbol, y hasta opone resistencia para que no se la quites...
En el inter, la mia madre ya reorganizo la medicinas, para que en la repisa de abajo solo haya cosas no muy tóxicas (vendas, curitas, medicinas leves ...), y las cosas mas "fuertes" las subió a la repisa de arriba, Esperamos que el gato no se vaya a comer un dia alguna medicina y lo tengamos que llevar intoxicado, casi muerto, al vet.
Pensandolo bien, de las malas costumbres de los gatos, el chiste de de Karlita de derenrollar completo el papel santario, era muy molesto re-enrollar el rollo, pero al menos no era peligrosa...
Todavía no le he podido tomar una fotografía a Gabriela infraganti haciendo su fechoría.