lunes, agosto 21, 2006

Un ángel con doctorado en Europa

Tengo tantas cosas que me gustaría contar, estos últimos días han estado moviditos tanto de trabajo, cambios en la dinámica y movimientos espirituales porque no. Pero haré un tipo de homenaje-agradecimiento, aquí donde posiblemente nunca lo lea al Dr. Aguirre.

La semana antepasada me llegó un correo de la UETIA (Unión de Ex-trabajadores de TIA) convocando a una reunión, el motivo el Dr. Aguirre mi antiguo jefe, se va a vivir a España para emprender nuevos proyectos. Organizamos una pequeña reunión de despedida en mi casa, por ser la única disponible, al ver que acaba un ciclo me acordé de cómo es que llegué ahí, ahora ese círculo parece cerrase y subir al cielo como un pompa de jabón para desaparecer definitivamente pero dejar buenos amigos y recuerdos, deja vida.

Miguel me dijo ayer que no era muy buena abriendo mi corazón al mundo y tiene razón, yo ya lo había analizado, no veo porque la gente se tiene que enterar de problemas que puedo solucionar yo sola, o problemas por los que pasa todo mundo, es el ciclo natural de la vida, puede que sean graves pero de peores habrán salido otras personas.

Cursaba el 7mo semestre de la carrera, cuando mi abuelo paterno empezó con problemas graves de hidrocefalia, la falta de dinero en mi casa ya empezaba a mermar la sana convivencia, pleitos continuos por no saber de donde se va a sacar la siguiente colegiatura de la Universidad, pero que ese no era mi problema según mi padre. Mi círculo de amigos se desintegra por ese semestre, tal vez por cosas graves en las que estábamos todos pero no supimos apoyarnos unos a otros y busque a otros que jamás tuvieron la capacidad de entenderme, insisto soy una persona difícil. En ese semestre también fui “Jefa de Grupo” condecoración que lo único que te trae es mas trabajo. Tal vez no recuerdo los detalles porque tiendo a olvidar los tiempos difíciles, los vivo como un sueño, pero siempre callada, nadie en la escuela se enteró de todo lo que estaba pasando, nadie absolutamente nadie se enteró que tenía un abuelo en el hospital y que siempre que tenía un par de horas me iba a verlo. Nadie más que mi madre supo el dolor que me causaba escuchar que mi abuelo me llamara por el nombre de mi hermana muerta, y nadie más que ella supo que le pedí a Dios que se lo llevara antes de que quedara como vegetal, ilusa como si yo tuviera decisión sobre eso como si yo supiera que es o como es lo que se tiene que vivir. Nadie supo que yo discutía todos los días con mi padre por cosas sin la mayor trascendencia pero que todos los días bajaba llorando del auto cuando me llevaba a la escuela.

Bueno pues en ese semestre fue cuando me dio clases el Dr. Aguirre, la materia “Tecnologías de la Información I” que lo que en verdad era “Aprenda a usar todo lo que ha visto en la carrera”, un profesor mas que exigente. Los equipos los definía él si por algo no te gustaba te aguantabas, si alguien del equipo no sabía cero a todos. Él preparaba para la vida profesional que estaba tan cerca pero ninguno quería aceptar. En verdad trataba de estudiar en verdad trataba de leer todo pero tenía la cabeza en todos mis problemas y escuchaba a mi padre decir: son mis problemas tú dedícate a la escuela. Sus problemas me afectaban en todo, en no tener dinero para sacar copias en tener que ir pedir prórrogas para el pago de la colegiatura. Muchas veces salía llorando de la clase a entregar el cañón que ocupaba el Doctoro al centro de cómputo, evitando a cualquier conocido, otras me encerraba en el baño y luego me lavaba la cara.

Todo esto llevo a que descuidara esta materia y me fui a extraordinario, a pesar de no ser una buena estudiante, era la primera en toda mi vida. Recuerdo que como jefa de grupo tuve que ir a verlo para algo administrativo y en su oficina le dije: “quiero saber si me voy a ir a extra, porque no tengo dinero y de alguna forma lo tengo que pagar”, claro que pensaba no decir nada en mi casa y vender unos aretes de oro para poder pagar el examen, él detuvo lo que estaba haciendo me miro a los ojos y me dijo: “¿quieres trabajar?”. Eso no era lo que debía pasar, ¿era un si o un no? pero había que contestar de la manera mas valiente y coherente -“Si hay trabajo para mi, si”. Me dio el proyecto mas hermoso de todos un Expediente Clínico Electrónico, me enamore de él, solo tenía que terminar algunas cosas, ahí fue cuando aprendí bien todo lo que intentó darme durante el semestre, pero sobre todo me dio confianza alguien mas aparte de mi madre confiaba en mi y no cualquier persona un Doctor Europeo, alguien pensaba que yo valía algo mas y que podía sacar algo mas complicado. Hice de aquella oficina mi bunker sentimental donde no me podían llegar los problemas de mi casa, ni los de la escuela.

Cuando terminó el proyecto me ofrecieron trabajo como becaria, acepte, trabajar con dos de mis profesores más admirados hubiera sido pago suficiente. Fue ahí donde aprendí a trabajar, cuando cambie de trabajo salí llorando y el doctor lo único que dijo fue: “Te vas para mejorar, eres buena y te va a ir muy bien, échale mucha ganas”, aún no lo creía como me dijo eso después que me equivocaba cada 2 minutos en cualquier cosa que me emprendía, en ese momento sin saberlo me dio otra ampolleta de confianza tan necesaria.

Creo que Dios manda ángeles de todos lados, se ayuda de las personas que menos esperas, y esas personas ni se dan cuenta, hoy desde aquí solo quiero decirle: ¡GRACIAS, aunque piense que fue poco, para mi fue un salvavidas que llegó cuando la tormenta estaba en el pero momento!

No hay comentarios.:

 

Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike 2.5 License.